LA DEMOCRACIA EN LA RED:

ALGUNOS PRINCIPIOS NORMATIVOS



Internet, política y sociedad

De todas las metáforas que se usan para describir Internet, las de tipo espacial son sin duda ganadoras: así, hablamos de "autopistas de la información", "descargar programas de un sitio web" o describimos Internet como si fuera "una plaza pública". Desde estas metáforas y otras similares se ha ido forjando la idea del ciberespacio, un espacio de tipo abstracto, bastante peculiar, en el que se distribuirían imágenes, sonidos y textos de variedad infinita.

Sin embargo, este espacio virtual tiene la interesante característica de ser un espacio enteramente humano: es decir, con contadísimas excepciones, todo lo que se puede encontrar en la Red es un producto humano, producto además que tiene la idea de comunicación con eje pivotal: una página que no es leída o contemplada no tiene razón de ser, de hecho, en ese ciberespacio abstracto, la misma existencia de una página web que nadie observa es un concepto problemático.

Así pues, el ciberespacio es un espacio social, poblado exclusivamente por creaciones humanas, y que tienen por premisa principal el intercambio de información. Por ello, lo más lógico es dotar a ese ciberespacio de una serie de normas, leyes, creencias y actitudes que consideramos imprescindibles en las sociedades, por así decirlo, "reales".

Ello implicaría, siguiendo el paralelismo estrictamente, la confección de leyes específicas capaces de regular los intercambios informativos en el ciberespacio. Pero las leyes no pueden dictarse sin tener algún tipo de teoría social normativa previa que nos diga que está bien o está mal, que nos permita reinterpretar cuál es el daño real de determinadas prácticas antes de pensar en su posible castigo, y en general, que nos ofrezca principios-guía desde los que construir una sociedad libre, justa e igualitaria. Y estos principios son tan válidos e importantes en el espacio físico como en el ciberespacio.

¿Es posible indicar algunos principios básicos que nos permitan ordenar el complejo mundo virtual de Internet? ¿Podemos plasmar un mínimo de intuiciones básicas que nos permitan comprender los vericuetos legales y éticos de la Red? Desde Fronteras Electrónicas España creemos que sí, que es posible, y que pedir una armonización ética y social de las leyes que acaben legislando Internet, no sólo es una obligación normativa, sino que además es un principio posibilista desde el que desarrollar una Red que no sólo sea rentable a nivel económico, sino que también dé frutos a nivel político y social, de forma que Internet sea un herramienta más para edificar una sociedad justa, igualitaria, tolerante y solidaria.